Los Viernes, una fotografía antigua

   

Fotografía realizada por Fernando Rodríguez. Década de los años setenta.

Retomamos las fotografías antiguas en el Blog, y lo hacemos con una en la que aparece el "Cristo Yacente" en la puerta de la Iglesia Conventual del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana junto a la Cofradía del Santo Entierro, en un Jueves Santo para participar en su Procesión titular.

Este Yacente es una obra de taller de Gregorio Fernández entre 1631 y 1636 y durante el resto del año se puede ver en el Museo del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, y que la Cofradía empezó a sacarle en procesión en 1935.

La Cofradía del Santo Entierro se funda en el año 1930, mediante el Arzobispo Gandásegui que canalizó las inquietudes que un grupo de amigos, pertenecientes al Círculo de Recreo, tenían sobre la Semana Santa.
Desde 1931 hasta 1934 acompañaron al conjunto de "El Entierro de Cristo", que Juan de Juni realizó entre 1541 y 1544 para Fray Antonio de Guevara, Obispo de Mondoñedo y que actualmente se encuentra en el Museo Nacional Colegio de San Gregorio.

El yacente cuenta también con una ingeniosa leyenda para ubicar su aparición en el citado Monasterio, al decir que en uno de los dias de la exclaustración había aparecido en el zaguán del monasterio, como si se tratase de un expósito que hubiesen colocado en el torno de las monjas.
Una segunda hipótesis se refería a la posible donación realizada por el rey Carlos III, monarca que mandó edificar el convento actual.


Desde 1964 la cofradía tiene su procesión propia, que en la noche del Jueves Santo va hasta la iglesia de San Pío X, en el popular barrio de Girón, acompañando a su imagen titular, con la que también desfila el Viernes Santo en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor.

Y desde 1991 realiza también, en la tarde noche del Sábado Santo, un emotivo acto: el Traslado del Santo Cristo Yacente, que recorre las calles adyacentes a la plaza de Santa Ana portando a hombros la Sagrada imagen desde la Iglesia a la Clausura del Real Monasterio. Este acto se realizaba, en años precedentes, momentos antes de dar comienzo la Procesión del Domingo de Resurrección, pero se cambió de día por la clara discordancia litúrgica.